martes, 26 de noviembre de 2013

La Nave de los Locos

Han pasado más de dos meses desde que estoy en Francisco Ayala. Es hora de hacer balance.

Francisco Ayala, escritor granadino de una obra fantástica que quedó oculta por el sistema de la época. La frustración hecha persona por ver que cuando dices lo que piensas públicamente, cuando vas aparte de la marea social, eres claramente discriminado. Puedes morir en paz, Francisco Ayala, porque  hasta que el pensamiento no se declare libre tu nombre estará enterrado bajo la revolución.

David Carrasco, ex alumno del colegio Compañía de María Granada. Persona (ante todo) que no tuvo miedo a escribir con la punta del bolígrafo lo suficientemente afilada, no tuvo miedo a decir lo que pensaba, es más, no tuvo miedo a pensar. Ese es el problema, es que pensó y entonces vio el panorama y quiso solucionar algo que no estaba al alcance de su mano. No tuvo miedo a reconocerse diferente ante un ejército de soldados del mismo color. Recordaban a los "hombres grises" de Momo. Vivió en la sombra, bajo injusticias y tras sus propias barricadas durante 4 años. A pesar de todo hoy se siente orgulloso porque ha visto que hay mas Personas en Compañía de María. Sí, Marta, Amparo. Va por vosotras.

En el momento en el que salgo de Compañía y llego a Francisco Ayala sigo con mis pensamientos un tanto vetados, con muchos sentimientos en el subconsciente, que tenían que salir a la luz. Aún así caminé con cuidado y con mucha cabeza, seguro de las cosas que hacía y dejando asomar mis ideas, nada más. Aprendí de cierta persona a no hablar más de lo debido, a no regalar mi confianza por las buenas y eso me ayudó a reservar mi verdadero "yo" a unas pocas personas.

La diferencia entre Ayala y Cía, principalmente es esta: Puedes ser quien quieras ser. Y lo mejor, si tienes cabeza puedes disfrutar aún más. Si eres nuevo (como llegué yo) tienes una puerta abierta a empezar de 0.
Pero de lo que realmente me enorgullezco es del respeto. Si no eres un gilipollas tienes derecho que te respeten en Ayala. Si no buscas problemas y eres capaz de disfrutar con todos por igual, tienes el respeto asegurado de todo el mundo. Sin envidias. Con personas así da gusto convivir un curso completo.

La libertad es un hecho. Sólo me molestan los privilegios de bilingüe. Podemos actuar, señores. Pero lógicamente tenemos que hablar y gritarle al profesorado que aquí todos (la gran mayoría) queremos estudiar de la misma forma. Eso si, no pidamos, no nos quejemos, no protestemos contra cosas de las que somos culpables.

Ayala también me está enseñando a amar. Realmente llevaba razón este verano cuando estaba ilusionado por mi llegada a este instituto, porque sois muy grandes todos.
Espero que todo el tiempo que pase allí sea tan bueno como estos meses. Gracias por haberme acogido tan maravillosamente. Esta entrada va por vosotros.

                                                                       C

martes, 5 de noviembre de 2013

Quitad, apartad... Porque aquí estoy yo.

Esta tarde estaba escuchando al Loco, como de costumbre y de repente comencé a dejar volar mi imaginación. Me hallaba a punto de saltar a un escenario, en una sala realmente abarrotada de gente, había cientos de personas. Mi banda tocaba el instrumental de una gran canción, era mi momento de salir al escenario... Salté y allí estaba ante todos ellos armado con el micro y... ¿Y que más? Pareció como si le hubiera dado al botón "pause" de repente.

Yo soy un rocker en vías de construcción. Sé cantar en público y lo he hecho más de una vez, pero me doy cuenta de que me muevo y actúo como si ya fuera un grande. Y no lo soy. Necesito dar baile, espectáculo, ritmo y rock and roll. Ahí afuera hay un público esperándome y necesito esforzarme para empezar a llevar a cabo el personaje que quiero construir sobre el ring, un personaje que empiece desde los más bajos eslabones pero que tenga futuro, un personaje listo para empezar a hacer historia.

Desde que leí el libro "Loquillo: Rock and Roll star" tengo una visión más amplia del panorama. Dice el loco: "Si al terminar la actuación no te piden una foto o una firma, haz la maleta y vete de aquí. Este no es tu mundo". Para conseguir eso tengo que darle al pueblo lo que quiere y lo que quieren es un gran espectáculo, buena música y, cómo no,  que me deje la voz y el tipo. Otra de las cosas que Loquillo aclara en su libro es que los buenos rockers empiezan sin nada, son de barrios pobres y familias en difícil situación económica. Y, bueno Loco, también nos cantaste en el 81 que "los tiempos estaban cambiando" y ahora que han cambiado una persona que viva en esas condiciones tiene como único camino la droga y la incultura. Los rockers de hoy en día somos los Locos que nos revelamos ante una sociedad excluyente, superficial y comercial. Somos los de Dylan y Springsteen, que preferimos un libro a una botella de alcohol, los que en casa somos presos de nuestros padres y en la calle somos presos de la gente, pero nunca nos callamos lo que pensamos. Nunca dejamos de ser libres, nuestra canción siempre será cantada aunque sea entre nosotros. Parece que no somos muchos, pero somos suficientes. Nosotros seremos los que nos armaremos con las guitarras y le gritaremos al mundo "Ya basta".

Amo lo que hago y creo que el sexo será lo más parecido a cantar un Cadillac Solitario cerrando un bolo con unos músicos a mis espaldas y un gran público enfrente mía. Vuelvo a darle al play y empiezo a cantar con fuerza más que con prepotencia, y el público salta y la tarde sigue y yo sonrío. Estoy empezando, es cierto, pero haré historia.