Francisco Ayala, escritor granadino de una obra fantástica que quedó oculta por el sistema de la época. La frustración hecha persona por ver que cuando dices lo que piensas públicamente, cuando vas aparte de la marea social, eres claramente discriminado. Puedes morir en paz, Francisco Ayala, porque hasta que el pensamiento no se declare libre tu nombre estará enterrado bajo la revolución.
David Carrasco, ex alumno del colegio Compañía de María Granada. Persona (ante todo) que no tuvo miedo a escribir con la punta del bolígrafo lo suficientemente afilada, no tuvo miedo a decir lo que pensaba, es más, no tuvo miedo a pensar. Ese es el problema, es que pensó y entonces vio el panorama y quiso solucionar algo que no estaba al alcance de su mano. No tuvo miedo a reconocerse diferente ante un ejército de soldados del mismo color. Recordaban a los "hombres grises" de Momo. Vivió en la sombra, bajo injusticias y tras sus propias barricadas durante 4 años. A pesar de todo hoy se siente orgulloso porque ha visto que hay mas Personas en Compañía de María. Sí, Marta, Amparo. Va por vosotras.
En el momento en el que salgo de Compañía y llego a Francisco Ayala sigo con mis pensamientos un tanto vetados, con muchos sentimientos en el subconsciente, que tenían que salir a la luz. Aún así caminé con cuidado y con mucha cabeza, seguro de las cosas que hacía y dejando asomar mis ideas, nada más. Aprendí de cierta persona a no hablar más de lo debido, a no regalar mi confianza por las buenas y eso me ayudó a reservar mi verdadero "yo" a unas pocas personas.
La diferencia entre Ayala y Cía, principalmente es esta: Puedes ser quien quieras ser. Y lo mejor, si tienes cabeza puedes disfrutar aún más. Si eres nuevo (como llegué yo) tienes una puerta abierta a empezar de 0.
Pero de lo que realmente me enorgullezco es del respeto. Si no eres un gilipollas tienes derecho que te respeten en Ayala. Si no buscas problemas y eres capaz de disfrutar con todos por igual, tienes el respeto asegurado de todo el mundo. Sin envidias. Con personas así da gusto convivir un curso completo.
La libertad es un hecho. Sólo me molestan los privilegios de bilingüe. Podemos actuar, señores. Pero lógicamente tenemos que hablar y gritarle al profesorado que aquí todos (la gran mayoría) queremos estudiar de la misma forma. Eso si, no pidamos, no nos quejemos, no protestemos contra cosas de las que somos culpables.
Ayala también me está enseñando a amar. Realmente llevaba razón este verano cuando estaba ilusionado por mi llegada a este instituto, porque sois muy grandes todos.
Espero que todo el tiempo que pase allí sea tan bueno como estos meses. Gracias por haberme acogido tan maravillosamente. Esta entrada va por vosotros.
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