domingo, 3 de marzo de 2019

No pierdes lo que das

Esta tarde he parado a pensar
y me he sorprendido al fijarme
en que me lo estás quitando todo.

Para empezar, el sueño.
Cuando no me lo quitas,
te apoderas de él
y beso unos labios que no son más
que el frío y la soledad
que habitan mi cuarto de madrugada.

Al empezar el día, me quitas la concentración.
Por tu puta culpa ya no puedo ni estudiar.
Me siento frente al ordenador
y escucho canciones que sólo hablan de ti.
Intento estudiar temarios absurdos
mientras mi cabeza, por su cuenta,
estudia las mejores estrategias
para hacerte la persona más feliz.

Me has quitado la seguridad.
¿Cómo no voy a temblar cuando te veo?
¡Si no existe en el mundo persona
más perfecta que tú!
Cuando estás delante
no quiero dejar de mirarte.
Y, cuando no estás,
(como dice Calamaro)
estoy esperando que vuelvas.

Me has quitado la tristeza,
el desinterés por la vida,
la desgana,
la pereza.

Tantas cosas me has quitado
que me has dejado sin nada,
y así es mucho mejor.
Pensarás, ¡Menudo loco!
Pero todo tiene su sentido.
Y es genial no tener nada,
porque todo lo que quiero
es quererte.
Y, por mucho que me quites,
eso nunca te lo llevarás.

jueves, 28 de enero de 2016

Nuevas Ruinas

Tiempos revueltos acechan cuando escoges como nuevo referente a Lorne Malvo, personaje principal de la primera temporada de Fargo.
Hombre de estilo sobrio, mirada fría y penetrante; de expresión perturbadora que puede tornarse en sonrisa afable de vecino ejemplar en cuestión de segundos... Camaleón, zorro, psicópata. Perfecto psicópata.

-

-¿Cuando vas a madurar?
-Madurar es para frutas...
-...Y tú te pudriste hace tiempo, ¿No?

Me pudriste tú, cariño. Lo pienso mientras M sigue vomitando una retahíla de frases sibilinas (que ella considera súper ingeniosas). Me doy cuenta del precio que tuve que pagar por madurar tan temprano. Morir en tu decimosexto verano es un hecho insólito y, a la par de invisible, inexplicable. Tardé meses en darme cuenta de que había muerto. De alguna manera mi cuerpo continuó sobre la cinta mecánica vital [comer, dormir, beber, fumar] sin darse cuenta de que estaba encerrado en una jaula de la que no podía salir. Era como los difuntos del Hotel Cortez, un fantasma semi-humano que jamás descubrirá por sí mismo lo que ha pasado a ser. Todo y nada al mismo tiempo.

Pero no, por alguna extraña razón yo no caí en las sombras. Me di cuenta de mi nuevo estado de ultratumba y no sé hasta que punto fue mejor. Probablemente algunos de vosotros hayáis sentido la impotencia de no saber cómo regresar a la vida, de flotar en aguas gélidas bajo una gruesa capa de hielo, aprisionados bajo el volcán glaciar.

No sé cómo, pero conseguí resquebrajar el hielo y, posteriormente, emerger. Todo esto es un proceso interno, una guerra civil de la que recibes noticias encriptadas y a destiempo. Bien sabido es que, bajo la piel, escondemos universos donde la globalización y la intercomunicación instantánea son términos carentes de cualquier significado.

¿Sabíais que si el sol se apagara ahora mismo tardaríamos 8 minutos en percibirlo en la tierra?

Pues yo tardé semanas en percibir que había vuelto a nacer. Esto se manifestaba mediante impulsos nerviosos indescifrables que, tras numerosos quebraderos de cabeza, conseguí comprender. De repente, la vida entera es un flashback de tu infancia más tardía. Piensas, actúas y sientes como tu "yo" de 8 años. Pero, joder, te sientes vivo. Más que nunca. Así te das cuenta de que has quemado una de esas 7 vidas de las que hablaba Antonio Flores. Esta resurrección, para los que no la hayáis experimentado, es un proceso rápido en el que la mente reinicia su sistema por pura necesidad. Una solución dura y fatigosa, pero imprescindible para volver a alinear alma, cuerpo y mente en el mismo marco espacio-temporal. En definitiva, para volver a sentirte más como una persona viva y social que como un ente dedicado a vagar (y divagar).

Lo que no te mata te hace más fuerte.
Y ahora soy Ted Mosby disfrazado de Lorne Malvo.
Qué coño, vuelvo a ser yo.

Aceptada mi realidad he asimilado que soy más defecto que virtud, más violencia que bondad. Regido por el plural orden del caos, he conseguido volver a mi cauce; al curso fluvial que es la vida, aunque me copie un poquito de Manrique.

Sí, hace tiempo me pudrí. Hace tiempo me pudrieron. Hace tiempo cayó una civilización de la que hoy solo quedan Nuevas Ruinas.
Sí, un árbol cuidado siempre vuelve a dar fruto. Es por eso que estoy aquí.
¡Qué demonios! Cuando comprendes que es el odio y no el amor lo que mueve el mundo, el camino vital se vuelve más sencillo, como cuando pasas de desatar el nudo de la bolsa de chucherías y la rompes con los dientes par conseguir ese maldito melón de pica pica.

¿No es así?



domingo, 1 de noviembre de 2015

El día de los difuntos

He caminado 10 minutos
bajo el frío del primero de noviembre
recién estrenado
y me he encontrado a varios niños
voceando "truco o trato".

He aplastado un par caracoles
que en su lento viaje hacia la nada
han sido horrorosamente asesinados.
No los veía. Estaba oscuro.

A lo lejos se oían gritos
de jóvenes como yo
que bebían, sin tener un motivo,
cada mililitro de alcohol
que deseaba tener dentro de mi
en ese mismo instante.

Me he encendido un cigarro.
Escuchaba Imagine Dragons en radio 3.
Era de esperar que,
tras haberte recordado todo el día,
no fuera a ser este paseo
la tregua que, en efecto, no llegó.

Era de esperar que, de entre los muertos,
volvieras ofreciéndome tu mano
y yo la agarrara sin pensar un momento
en que, por la mañana,
tocaste a mi puerta y dije truco
porque nosotros no sabemos tratar.
Era de esperar que tus espectros
me arrastraran al abismo en que me encuentro.
Era de esperar que el fuerte viento
terminara este pitillo por ti.
Y, como no, tras todo esto,
subí a casa. A dormir.

Lo que no me esperaba era encontrarme
con ese bendito mensaje
que no me llegaste a escribir.
Orad, feligreses, que hoy muero.
Orad, feligreses, por mi.

sábado, 26 de septiembre de 2015

Nunca Jamás

La psicodelia de Los Planetas me trae hasta aquí, con esta sensación de querer escribir hasta que me sangren los dedos, hasta que no me quede nada que decir, hasta que el mundo se acabe y siga tan solo como ahora estoy.
Mientras suenan las canciones de mis paisanos, llaman a la puerta de mi habitación los fantasmas de mis ex novias. Yo abro, y entra Elena con sus ojos verdes grandes llenos de lágrimas; pasa Paloma sujetando las cuchillas de Candela, con el vestido granate que llevaba el mismo día que conocí a Judith. Y justo detrás va Judith, aún sudando, con la camiseta de Supersubmarina que le regalé en el último Granada Sound.
Me quedo quieto. Ellas no dicen nada y yo tampoco. Parece que a pesar de todo el reloj de mis vergüenzas no para de moverse, y llega Vanessa que ha dejado a su novio y ahora quiere estar conmigo. Y Claudia viene bailando alguna canción de Loquillo. Con Loquillo de la mano.
Me quedo mirando todos los recortes, todos los discos que tengo en mi pared y digo, hostia, qué buen fan fui. Y de repente, prendo fuego a todo y entre el humo se dibujan los rostros de Gala (rapada al 0 y con esvásticas tatuadas), Elena (escuchando alguna canción de Andrés Suárez), Inés (llenándo la memoria de mi teléfono con sus fotos) y por último, mientras arde la firma que me mandó desde Barcelona, aparece Irene. Y está tan guapa como era, aunque su rostro sea solo una acumulación de residuos de la combustión que se produce...

¿Realmente era necesario tanto daño?
Para acabar esperando a que mi novia conteste al whatsapp, hablando con la chica con la que todo pudo ser y nunca fue, acordándome de aquella con la que más tiempo pasé y de la otra que no dejó de ser la chica de mi vida...

Y mañana Catalunya puede haberle gritado a Rajoy y a Felipe que se acabó, haciendo de esta España un país nuevo. Y Sylvie, mi guitarra, está en casa de mi novia y no puedo componer. El Madrid ha empatado, y leo en el twitter del as la alegría del Villareal, que ha ganado al Atleti.
Da todo mucha, mucha pena. Pero este es mi secreto, y ni tú ni nadie lo podréis leer.
Nunca jamás.

martes, 31 de marzo de 2015

Semana Santa

Ha llegado Semana Santa de nuevo a Granada. Los típicos granaínos castúos ya van por ahí adorando a Jesucristo y a la madre que le parió (literalmente), petando twitter e insta de fotos con descripciones interminables sobre lo mucho que adoran esta época. Me pregunto qué es más falso, ¿Semana Santa o Navidad?. Responded a esto como consideréis. El caso es que me río mucho de estas personas y me acuerdo de la frase que ya he visto relacionada con Marx o reflejada en Don Manuel Bueno Mártir:

La religión es el opio del pueblo.

Bueno, los que encontramos el opio por otro lado no tenemos por qué perder el tiempo en procesiones y tal. Oye, qué suerte, ¿No?

Su reino, el reino de todos estos creyentes, no es de este mundo. Pero, ¿Acaso el mío lo es? Mi reino de músico, revolucionario, bohemio... ¿Es de este mundo? Sé que lo fue, pero eran otros tiempos. Entonces la palabra del compañero aún tenía algún significado, existían valores en las calles, el amor era amor y la amistad, amistad. Los sentimientos eran puros. Era la época de Rosalía de Castro, Bécquer, Espronceda, Larra... Más tarde recogieron sus valores literatos como Lorca o Valle Inclán. Y finalmente, arribaron y se anclaron en los jóvenes (que hoy ya son viejos o no están) de los 70 o los 80. ¿Por qué cojones no nos han llegado a la actualidad? Ya sólo ves estas maneras de entender la vida en los libros de Lengua Castellana y Literatura y la gente se queja por tener que estudiarlas. Sí, todos aquellos que después no ponen pega en pasar horas viendo Telecinco, y no hablo precisamente del telediario. Toda esa gente que centra su lucha en salir de fiesta una hora más, y sin embargo se la suda salir a las calles a protestar por el encarecimiento de sus estudios.

-Yo es que me los puedo pagar. No me importa.

¿Hola? ¿Qué hostias significa para esta gente la palabra solidaridad? Personas que quizá valgan más que ellos no podrán hacer frente económicamente al estudio de su carrera. No quiero que penséis que voy de moralista, pero yo, individualmente, salgo a la calle por todos ellos. Sé que es un ejemplo tonto, pero casos así hay a montones. Después toda esta gente va y reza a su Dios, y lo alaba y le canta en procesión... Leed las doctrinas del catolicismo y juzgad por vosotros mismos. Jode que además después se meten contigo porque tú no adoras a esa figura crucificada. Pues no, tío, aprendí a pensar por mi mismo. Cuando tú estás mal rezas; yo me dedico a escribir o cantar. Simple. Tu método de evasión y el mío tienen su punto en común, precisamente, en que nos ayudan a olvidar nuestros problemas. La gran diferencia radica en que mi método me hace más culto cada día, me incita a descubrir; el tuyo, te mantiene estático y te hunde más y más en tu propia cueva. Pero, oye, todo es respetable.

Siento asco por este tipo de personas, no puedo evitarlo. Sin embargo, son las personas que me rodean y he aprendido a adaptarme al medio sin escupir en sus caras cada vez que los miro. Me entristece profundamente vivir en una sociedad compuesta en su inmensa mayoría por personas como las anteriormente descritas.

 Sí, sé que es el pan de cada entrada, pero doy mil gracias a toda la gente que se sale de esa línea de inmoralidad y saben pensar por sí mismos. Me alegro de que a vosotros, como a mi, esta sociedad no haya sido capaz de doblegaros.

Cierro este escrito con el piano de Mozart sonando en segundo plano. Concerto in A Major.
Buenas noches.

C

sábado, 28 de marzo de 2015

Deriva Planetaria

Es complicado vivir como vivo en la sociedad que vivo. La verdad, tampoco estoy seguro de si quiero seguir viviendo aquí. Este no es lugar para alguien que lucha por lo que quiere, que no se calla, dice lo que piensa sin temor a las consecuencias... No es lugar para alguien cuya estética, aficiones y mentalidad son completamente distintas a la de la inmensa mayoría social. No señor, este no es lugar para mi, Poco a poco, lo único de lo que realmente soy dueño, mi mente, se me va de las manos. Hago daño a quien no lo merece, la emprendo con cualquiera y lo jodido es que son todas aquellas personas a las que he colocado a conciencia a mi alrededor, y si lo hice, es porque eran diferentes. Un poco más como yo.

En anteriores entradas de mi blog he podido releer mis sensaciones y visión del mundo desde hace un par de años hasta hoy. Si entonces esta era pesimista, hoy en día es (muy a mi pesar) tan realista que me mata, me entristece profundamente, me deprime y no me deja vivir en paz. Ves que muchas chicas viven su día a día como si estuvieran haciendo un máster en prostitución, o se encierran en sus mundos de GH VIP y Mujeres y hombres y pollas en vinagre, y así huyen de la realidad que les rodea, de la gente que muere a kilómetros de ellas o del desastroso futuro que su propio país les depara. Los chicos, por otro lado, pasan el día hablando de fútbol, reggaeton y de mil maneras, a cada cual más descabellada, de como participar en los máster de prostitución de las chicas,a las que ya coleccionan como simples trofeos. Nada es de verdad. Ellos también lo saben.

Sí, en el anterior párrafo me dirijo a todxs aquellxs que se den por aludidxs. A lxs que no os identificáis con esto os doy las gracias por hacer del mundo una mierda de menor envergadura.

Me estoy volviendo loco gracias a mi vida diaria. El pasado puso su pequeño gran granito de arena, el presente lo hace cada día y el futuro... de este mejor ni hablar. La música a veces, comienza a quedarse corta para evadirme de esta puta realidad y eso hace que tenga que mirarla de frente y sufrirla. Tengo que apartar de mi lado a los que quiero, una tarea dura y difícil. Tengo que quedarme sólo junto a la gente que no me importa una mierda para encontrarme conmigo mismo, y así dejar de hacer daño y pedir perdón muchas menos veces de las que hoy en día acabo exigiéndome. No puedo pensar en chicas porque no quiero hacer ilusiones, ni a ellas ni a mi mismo y, sobre todo, porque no quiero seguir hiriéndolas. Cada relación que acaba es una espada más que yo mismo me clavo, y no tengo ganas de desangrarme.

Hoy escribo desde mi habitación, escuchando la banda sonora de El Pianista, discutiendo con una chica sobre si es o no una puta, con un alfiler en la boca y los ojos entornados, como los de cualquier crítico o columnista americano cegado por el humo de su cigarro y los efectos de su copa de Jim Bean. Ya se ha hecho de noche y es un sábado frío. Habrá que aprovecharlo tumbado en la cama, con cualquier vinilo de Simon and Garfunkel rodando bajo la aguja y haciendo más llevadera esta condena, que va durando más de 16 años.

C

jueves, 19 de febrero de 2015

Eterna Distorsión

Eterna distorsión...
Mi vida, mi mundo, mi razón,
carecen de sentido.
Camino perdido
con esa desazón dentro del pecho,
evito al destino...
Desfilo derecho.
No veo alrededor
más que un blanco desierto,
los ojos de mi captor...
Nunca me despierto.
Eterna distorsión, eterna pesadilla,
eterna sensación de no econtrar salida.
Siento que, a cada paso,
se hace mayor la herida.
Parece que mi vida
es un total fracaso.
Nadie me da descanso
(A veces ni yo mismo).
A veces, el abismo se hace inmenso
y, mientras caigo, pienso:
"Quizás estoy mejor allí abajo"
"Quizás aquí no me echarán de menos"
"Quizás la eterna distorsión por la que paso
va a empujarme a dar el paso..."
Y decir, así: "hasta luego".